El pasado 5 de mayo, De Guindos ya anunció esta decisión y señaló que el objetivo era "reforzar las convocatorias que se publicarán antes del verano, aumentando la oferta de contratos predoctorales, las dotaciones para los centros de excelencia Severo Ochoa, así como la convocatoria 'Retos-Colaboración' (proyectos de cooperación entre OPI y empresas)".
Se trata del tercer suplemento extraordinario concedido a la ciencia en los últimos dos años. En 2013 se realizó una inyección de 104 millones de euros en la partida presupuestaria de la I+D+i. 25 de ellos sirvieron para paliar los daños que la crisis había provocado en las arcas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Los millones restantes sirvieron para, según explicó entonces el Ejecutivo, "reforzar las acciones propias de la secretaría de Estado, entre ellas, la contratación de más de 800 jóvenes para que realicen sus tesis doctorales en grupos de investigación de excelencia científica o a financiar el Programa Estatal de Investigación Orientada a los Retos de la Sociedad".
En octubre del mismo año se aprobó un segundo crédito para el CSIC de 70 millones de euros que completaba la petición realizada entonces por el presidente del organismo, Emilio Lora-Tamayo, quien solicitaba, al menos, 100 millones de euros para el 'rescate'.
Al igual que en anteriores inyecciones, el Ejecutivo ha autorizado en el Consejo de Ministros la elevación de límites para adquirir compromisos de gasto con cargo a ejercicios futuros, lo que permite que la cantidad concedida para las actuaciones en I+D+i tenga continuidad en los próximos años.
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