Propuestas como la compra conjunta del aparato, la instalación de aplicaciones de manera controlada, establecer un horario de uso o el acceso a las redes sociales por menores de 13 o 14 años a través de una cuenta compartida con los padres, entre otras, son los compromisos recogidos en este contrato de 20 puntos.
Pero no todo el contrato favorece a los padres, también hay puntos por el cual estos "se comprometen a no leer o supervisar más que la estricta comprobación" y su compromiso a respetar la intimidad de su hijo y "entender que tiene su propio espacio para hablar de sus temas con sus contactos".
Además, busca concienciar acerca del acoso que sufren muchos menores a través de las redes sociales, para lo cual "el nuevo usuario se compromete a no utilizar Internet o móvil para acosar, humillar, ofender o molestar a ningún compañero de clase, vecino o conocido", incluyendo también la figura del cómplice como responsable del contenido recibido.
Incluye otras obligaciones importantes como que el menor se compromete a no agregar a nadie que no conozca en su vida real" y a no facilitar datos personales o el compromiso de no compartir ninguna foto íntima o que a sus familiares no le fuera a parecer apropiada.
Estas normas serán "pactadas de común acuerdo, y que se relajarán o cancelarán con mayor edad", ha explicado la Policía Nacional.
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