Para minimizar los riesgos, tanto los fabricantes como los proveedores de la automoción han estado trabajando juntos en una alternativa de intercambio seguro de información relevante entre el vehículo y una instalación fuera del coche, desde la que los participantes en el mercado puedan acceder a ella.
Además de un servidor externo gestionado por el fabricante del vehículo, es necesario instalar servidores "más neutrales" para ofrecer a los proveedores de servicios un método de acceso alternativo, que garantice que su identidad no es revelada al fabricante del coche y que la privacidad de la información del consumidor es tenida en cuenta. Estos servidores no pueden ser "operados, poseídos o financiados" por el fabricante, de acuerdo con la ACEA.
"Este concepto de transferencia de información generada en el vehículo debería contribuir a la innovación, permitiendo una competencia justa y ofreciendo a los conductores libertad de elección", ha apuntado la consejera delegada en funciones de CLEPA, Amalia Di Stefano.
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