"Estamos ante una nueva era de digitalización"

¿Qué ha supuesto la irrupción del coronavirus en el desarrollo de herramientas por parte de las empresas tecnológicas?

Durante la pandemia han hecho aparición nuevas oportunidades de negocio en el mercado. Es cierto que algunas de ellas ya estaban en marcha antes de que todo esto llegara, pero probablemente sí se ha acelerado el proceso de implantación de nuevas tecnologías debido a diversas cuestiones. Nos obligamos, aún más si cabe, a digitalizarnos. Y es que estamos, sin duda, ante una nueva era de digitalización.

¿Ha sido este ‘parón’ un freno a la creatividad o, contra todo pronóstico, ha sido un revulsivo para ‘aguzar’ el ingenio?

Ha habido tanto de lo uno como de lo otro. Unas empresas han innovado por necesidad y adaptación; otras lo han hecho por ingenio. Ante cualquier situación, surgen mentes pensantes talentosas con ganas de aportar nuevas maneras de hacer las cosas, nuevas e ingeniosas soluciones o, simplemente, un proceso de digitalización de mercados que ya comenzaban a estar obsoletos.

¿Nos puede poner ejemplos de algunas de estas soluciones ingeniosas?

Pues encontramos nuevas aplicaciones ‘delivery’ (de reparto), se ha digitalizado mercados como el de los congresos de médicos (es el ejemplo de la startup Meeting Campus) o se ha potenciado la llamada ‘ley de la segunda oportunidad’ (con startups como Abogados para tus Deudas) en un momento de parón económico y endeudamiento angustiante.

Según señalan desde su centro de alto rendimiento para emprendedores, durante la pandemia se ha registrado un aumento de las inversiones en determinadas startups, ¿cuáles han sido los sectores más afectados, en este caso, para bien?

Las mayores inversiones se han dado, básicamente, en los sectores del ‘retail’ (comercio minorista), el turismo, la formación, y en muchos negocios B2C (‘Business to Consumer’, del negocio al consumidor). ¿A qué ha podido deberse? Yo creo que hay un potencial enorme en la digitalización de diversos sectores. Estamos inmersos en una nueva revolución cultural, en la que se va a potenciar factores que se han desvelado importantes como el teletrabajo o las profesiones digitales.

¿Considera que España puede convertirse en escenario de nuevas y grandes compañías tecnológicas? ¿Qué necesitaría para conseguirlo?

España podría contar con importantes compañías tecnológicas con la condición de que ‘cambiáramos el chip’. Llevamos diez años de retraso con respecto a otros países como Israel o China. Para ponernos a su altura, lo primero que hace falta es que se dé un cambio cultural: hay que fomentar la cultura del emprendimiento, que es el auténtico motor de un país.

La tecnología y el sector del capital riesgo se van a desarrollar porque tienen que hacerlo, si no queremos estar fuera del mapa de los países con mayor potencial tecnológico. Barcelona (ciudad donde tiene su sede Oryon Universal), por ejemplo, es una ciudad fantástica para vivir, tecnológica y puntera. Pero debemos impulsar aún más esa cultura de emprendimiento de la que hablaba, y en la que estén implicadas otras grandes ciudades como Madrid. Tenemos que vincular el mundo corporativo con el de las startups y, sobre todo, trabajar juntos.