Juan Benítez | 21/02/2012 10:40
Este término anglosajón, que en España se define como financiación en masa o micromecenazgo está muy en boga entre los colectivos artísticos y culturales, aunque en el ámbito tecnológico, existen proyectos que llevan años solicitando donaciones para seguir su actividad, con casos conocidos como Wikipedia.
En el terreno audiovisual encontramos la producción española "El Cosmonauta", que es un filme de ciencia ficción que ha recibido cerca de 4.000 aportaciones anónimas y el respaldo de más de 500 inversores para sacar adelante el proyecto. Desde un euro a través de SMS, se ha podido apoyar esta película, que ha desarrollado todo un merchansing de colaboración, y que en la actualidad dice necesitar tan sólo 90.000 para la postproducción del film, que hasta ahora ha recaudado casi medio millón de euros.
En el terreno de los videojuegos también está muy de moda esta financiación en masa. Un referente ha sido Tim Schafer, del estudio Double Fine, con el que arrancó otra iniciativa de crowdfunding para que los seguidores de sus videjuegos invirtieran en la creación de una aventura gráfica, que por el momento tiene el nombre en clave de Double Fine Adventure. No se esperaban el éxito arrollador que tuvieron, pues en pocas horas lograron rebasar el presupuesto inicial que se habían marcado, 400.000 dólares, y al cierre de la edición llevaban recaudados más de 1,7 millones de dólares.
Para devolver la confianza depositada y que revierta a la sociedad, el propio responsable de Double Fine ha informado que el nuevo lanzamiento se publicará libre de DRM para las plataformas PC, Mac y Linux, así como para los sistemas operativos móviles iOS y Android. Asimismo, el videojuego tendrá versiones por idiomas, viendo la luz en inglés, francés, alemán, italiano y español.
Pero también encontramos casos de micromecenazgo en el sector del ocio digital en nuestro país, como ha sucedido con el videojuego White, que ha sido el primer título que se ha lanzado con una financiación en masa en el territorio patrio. Dos jóvenes andaluces, junto con otos dos madrileños, se lanzaron con este proyecto, a través de aportaciones voluntarias de sus seguidores.
La contraprestación que han obtenidos los mecenas del proyecto es variada pudiendo ser una copia física del videojuego, o si de ego se trata, aparecer en los títulos de crédito del trabajo. Es uno de los valores añadidos que destaca uno de sus programadores José María Climent, que cree que la experiencia del usuario será todavía más satisfactoria sabiendo que ha aportado su granito de arena para sacarlo adelante.
Además, este videjuego español es de libre descarga a través de internet y ya ha logrado recabar apoyos, entre los que destaca con luz propia el brindado por la compañía Nintendo, referente del sector, que considera esta fórmula de emprendimiento como un procedimiento ideal de financiación con transparencia. Asimismo, existen otras compañías que han quedado interesadas en el título y con las que están valorando dar un pasito más, y afrontar un plan de comercialización para dispositivos móviles, un terreno próspero y con futuro, según todas las predicciones.
El crowdfunding se perfila como una tendencia emergente para apoyar el emprendimiento y la ilusión, que seguro dará mucho que hablar a medio plazo, tanto en España, como en el resto del mundo.
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