José Muros | 27/03/2020 11:09
“Me ofrezco para pasear mascotas, ir a la farmacia y hacer la compra a aquellas personas dependientes que no pueden estar solas, personas que sean mayores y tengan a sus hijos lejos, que presenten factores de riesgo ante el coronavirus y que, por lo tanto, tengan que minimizar sus salidas obligadas a la calle”.
Concienciada por las necesidades de las personas más vulnerables ante la actual crisis sanitaria, Lara no dudó en publicar su anuncio en Ayudacovid19. Esta plataforma digital, creada por el informático sevillano Pablo Flores, sirve como red de solidaridad ciudadana en la que, mientras unos demandan ayuda, otros se ofrecen a dársela; y Lara pertenece al segundo grupo: “En casa, ya ofrecía ayuda a mis vecinos y familiares, pero empecé a usar esta herramienta porque me parecía insuficiente”.
El perfil de esta usuaria se corresponde con el del 90% de las personas registradas desde que Pablo decidiera, de manera altruista, aprovechar el tiempo libre que le permitía el confinamiento para poner en marcha la web: “Conocí una plataforma ciudadana de Sevilla que había comenzado a autoorganizarse inscribiéndose en un listado de Excel. Vi esa base de datos, creí que no era sencilla de utilizar para encontrar a los usuarios más cercanos, aparte de que no había un control sobre los datos personales, y se me ocurrió trasladar esa tabla a un mapa para ubicar de una manera más visual a las personas de un área que te pueden ofrecer o solicitar su ayuda.”
“El proceso es muy sencillo”, explica el desarrollador, “la persona que tenga una necesidad entra en la plataforma, indica por medio de un botón que quiere pedir ayuda, y agrega sus datos de contacto. Otro usuario de la misma plataforma accede a ella, observa si hay alguna demanda de ayuda en su entorno más cercano y, si la hay, ya son los propios usuarios los que se ponen en contacto entre sí.”
En tan solo 3 días, 400 personas contestaban a este llamamiento telemático no solo desde la capital andaluza donde nació la idea, sino desde las distintas comunidades del país; hoy es posible encontrar anuncios publicados desde Italia, Francia o Guinea Conakry.
Miguel lo hizo desde la localidad serrana en la que vive, de apenas 150 habitantes: “Aquí todos nos conocemos. Yo ya ofrecía antes estos servicios utilizando otros medios, pero la App me ha ayudado a recordar que sigo estando ahí. Por ahora sólo me ha pedido ayuda una pareja de personas mayores, que se mostraron muy agradecidos y emocionados por ver gestos de este tipo, que no responden a intereses egoístas”.
Como farmacéutica del pueblo donde reside, Natalia aporta su granito de arena facilitando los recursos con los que trabaja día tras día: “Me ofrezco a llevar medicamentos a domicilio, y a facilitar toda la información que necesiten, tanto en la propia farmacia como a través del teléfono a cualquier hora del día”. Aún así, considera que Ayudacovid19 puede resultar útil especialmente en un entorno urbano, “ya que en los pueblos pequeños nos conocemos todos, y el servicio ya se ofrece cara a cara”.
Navegando por la plataforma, el usuario puede encontrar publicaciones de lo más diversas, aunque asombra comprobar que, como afirma Miguel, “hay infinitamente más ofertas de ayuda, que demandas para ser ayudado”. “En estas situaciones la necesidad agudiza el ingenio”, señala Pablo, “y hay quien ofrece desde clases de yoga o pilates a través de la webcam hasta apoyo psicológico, ya que mucha, simplemente, necesita hablar. Hay una persona de Zaragoza que ha solicitado que le hagan llegar materiales de costura con los que fabricar mascarillas sanitarias que pueda entregar en los hospitales”.
Nada más teclear en el buscador
www.ayudacovid19.com y pulsar sobre la tecla Enter, un mensaje emergente aparece ante el usuario para indicarle que “Esta web estará viva mientras dure esta crisis”. Aún así, su creador ha puesto el código fuente a disposición de cualquier persona que pueda necesitar adaptar la plataforma a alguna otra situación en el futuro. Aunque la esperanza es que no tenga que volver a ser necesaria una herramienta así o, si lo es, que sea debido a un motivo mucho más amable.