Cibersur.com | 20/11/2025 11:48
En un entorno laboral marcado por la digitalización, los perfiles vinculados a las tecnologías de la información y la comunicación siguen consolidándose como los grandes protagonistas del mercado de trabajo en 2025 y continuarán siéndolo de cara a 2026. La implantación acelerada de la inteligencia artificial, el refuerzo de la ciberseguridad y la adopción de soluciones basadas en datos están redefiniendo las necesidades de contratación de las empresas, que buscan talento capaz de adaptarse a un ritmo de transformación constante.
Según datos de ONTSI, en la última década, el empleo TIC ha crecido un 47,7%, frente al 18% del conjunto de la economía, y solo el año pasado registró un aumento del 4,9%, casi el doble que el 2,19% observado a nivel nacional. Más allá de la evolución cuantitativa que el sector ha tenido en los últimos años, se aprecia un cambio de tendencia hacia lo cualitativo, ya que las compañías demandan perfiles cada vez más especializados, así como roles altamente técnicos y con competencias muy específicas. Al mismo tiempo, estos profesionales adquieren un carácter cada vez más transversal. Dicha casuística refleja un mercado laboral en el que la dimensión tecnológica se incorpora de forma natural a sectores tradicionalmente ajenos a este ámbito.
Sin embargo, ¿qué características, expectativas y dinámicas laborales presentan los perfiles TIC en un contexto tan cambiante? Para responder a esta cuestión, InfoJobs, la plataforma de empleo líder en España, ha realizado su segunda Encuesta a Profesionales TIC, una consulta a población ocupada y a trabajadores del ámbito tecnológico con el objetivo de conocer en profundidad su situación laboral, su opinión sobre aspectos relacionados con el empleo y las tendencias que marcarán su evolución el próximo año.
El TIC en España: un sector masculinizado, donde las mujeres están más formadas y perciben en mayor medida la desigualdad de género
El sector TIC continúa siendo una profesión altamente masculinizada, ya que solo el 20% de ellos son mujeres –frente al 80% de los hombres–, pero, por el contrario, ellas presentan un nivel formativo superior: 2 de cada 3 (67%) cuentan, al menos, con estudios universitarios superiores, mientras que un tercio de los hombres (36%) ha alcanzado solo un nivel formativo de segundo ciclo (Bachillerato, ESO, FP, etc.).
Esta fuerte masculinización contribuye a una menor percepción de la brecha de género: más de la mitad de los profesionales del sector no considera que exista desigualdad. No obstante, 6 de cada 10 mujeres TIC creen que las medidas de igualdad de sus empresas son insuficientes, una cifra muy por encima de la de los hombres (25%). De hecho, las profesionales del ámbito TIC se muestran más exigentes que sus compañeros en la búsqueda de igualdad real en el entorno laboral.
Entre las medidas más demandadas destacan los programas de conciliación laboral y familiar (55% vs. 39% de los hombres), la igualdad salarial para un mismo puesto (45% vs. 31%), los planes de promoción profesional que garanticen igualdad de oportunidades (36% vs. 26%) y el reclutamiento de mujeres en áreas con escasa representación femenina (29% vs. 18%). La desigualdad se evidencia también en cuestiones como el acoso laboral: mientras el 67% de los hombres afirma que en su empresa existen mecanismos para prevenir o actuar ante estos casos, 1 de cada 3 mujeres TIC aún duda de que dichas medidas estén disponibles, si bien respecto a la consulta realizada por InfoJobs en 2024 crece la cifra de las que confirman la presencia de medidas, que pasa de 46% al 56%.
Pese a ello, casi la mitad de los profesionales, independientemente del género, valora de forma positiva el impacto de las nuevas tecnologías en la promoción de la igualdad.
Líderes en beneficios laborales: teletrabajo, estabilidad, salarios altos y mejores facilidades para conciliar
Los empleos tecnológicos se sitúan a la vanguardia del teletrabajo: casi 8 de cada 10 profesionales TIC disfrutan de modalidades remotas, totales o híbridas. Este colectivo cuenta además con condiciones laborales más ventajosas que la media, con 9 de cada 10 empleados con contrato indefinido y la mitad recibiendo más de 2.000 euros mensuales, cifra que además crece 6 p.p. respecto al año anterior. Sin embargo, pese a este contexto favorable, los perfiles TIC registran mayores niveles de insatisfacción salarial, al considerar que lo que cobran está por debajo de sus funciones (así lo piensa el 38%) o de los estándares del sector (36%), lo que deriva en una satisfacción laboral baja.
Conscientes del alto valor de su trabajo en el mercado, esta percepción impulsa una mayor iniciativa a solicitar aumentos salariales: 1 de cada 3 profesionales TIC pidió un incremento en este 2025, lo que supone 6 puntos porcentuales más que en 2024. Su poder de negociación también es superior, como demuestra la tasa de concesión: solo al 38% se le otorgó un aumento inferior al solicitado, frente al 57% de la población ocupada general. A pesar de ello, la confianza en obtener el aumento es reducida, ya que únicamente la mitad de quienes lo piden lo consigue, generando un escenario salarial marcadamente pesimista.
Además, los profesionales TIC disfrutan de más beneficios laborales que otros trabajadores: un 74% frente al 57% de la población ocupada. Para casi un 40%, la formación es un elemento esencial –probablemente por la necesidad de actualización constante–, seguida del seguro médico privado (38%), los descuentos o pago de dietas (32%) y las clases de idiomas (21%).
En materia de conciliación, los profesionales TIC –sin distinción de género– manifiestan mayores facilidades: 4 de cada 10 declaran poca dificultad para compaginar vida laboral y familiar, 15 puntos más que el conjunto de la población ocupada. Su propia tipología de trabajo hace que sean más exigentes con las medidas que desean para mejorarla, especialmente las vinculadas a la modalidad o distribución del tiempo. Así, el teletrabajo (64%), la flexibilidad horaria (62%) y la jornada intensiva (54%) son herramientas clave para facilitar la conciliación. En línea con esa mayor facilidad percibida, también tienen más acceso a medidas conciliadoras y sufren menos impactos negativos al acogerse a ellas: un 63% no lo ha notado frente al 55% de la población general. Aun así, entre quienes sí reportan consecuencias, más de la mitad afirma haber sufrido un aumento del estrés o la ansiedad, y más de 1 de cada 4 reconoce haber tenido que renunciar a oportunidades laborales o haber experimentado sensación de aislamiento.
Entre retos y logros: cómo gestionan los TIC la salud mental y la ambición laboral
Aunque disfrutan de buenas condiciones laborales, los profesionales TIC no están exentos de afrontar retos. En cuanto a la salud mental, 1 de cada 5 declara haber sufrido problemas de ese tipo por causas laborales, una proporción inferior a la del conjunto de la población ocupada (28%). No obstante, entre quienes los experimentan, la sobrecarga de trabajo se da especialmente en los TIC (77% frente al 64% del resto de empleados), al igual que la falta de desconexión digital (33% vs. 25%).
Respecto a la ambición laboral, los TIC coinciden con otros profesionales en los factores que consideran esenciales para una vida de calidad: la salud (27%) y la vida social (21%), pero reflejan una ambición laboral más neutral que la de la población general (con el 77% vs. el 72%), sin tendencias extremas hacia alta o baja ambición. Este perfil neutral se observa tanto en el interés por el ascenso como en la actitud frente al reconocimiento: el 58% prefiere centrarse en hacer bien su trabajo; el 24% valora el reconocimiento y los ascensos, pero no los prioriza; y el 18% tiene como principal motivación el éxito profesional medido por estos factores. El sueldo sigue siendo el driver principal para aceptar un ascenso (82%, 12 p.p por encima del resto de los trabajadores), aunque el aprendizaje y desarrollo profesional también es relevante (37% vs. 29%). Por el contrario, los profesionales TIC no están dispuestos a sacrificar la conciliación, y rechazarían un ascenso si afecta a su equilibrio personal (57%) o si implica un deterioro de sus condiciones laborales (49%). Esto refleja la importancia que otorgan a la posición ganada en este ámbito, y en ambos casos también sus porcentajes están por encima de los de la población ocupada.
Madurez digital: los TIC integran la IA y reducen el temor a la sustitución, y aumentan los que reciben formación
La encuesta confirma que la inteligencia artificial está ya plenamente integrada en el día a día de los profesionales TIC. Más de 8 de cada 10 conoce alguna herramienta de IA para el ámbito laboral –frente al 52% del conjunto de ocupados– y un 66% la utiliza, aunque sea de manera ocasional (vs. el 34% del resto). Entre las aplicaciones más extendidas destacan los chatbots como ChatGPT (52%, crece en 9 p.p respecto a 2024), seguidos de la traducción automatizada (42%) y los asistentes de voz (17%), evidenciando un ecosistema donde la adopción avanza con rapidez.
En cuanto a la formación sobre el uso de IA en el ámbito laboral, aumenta en casi 10 p.p el porcentaje de quienes la han recibido respecto a 2024 hasta alcanzar el 24%, cifra que también es superior a la del total de ocupados (14%). Además, casi la mitad de los profesionales TIC ha recibido o recibirá formación en los próximos 6 meses. La empresa emerge como el agente formativo clave: 2 de cada 3 profesionales anticipan que la capacitación provendrá de su compañía, porcentaje que asciende al 77% si se suma también la cuenta propia. Actualmente, la formación es obligatoria para el 46% y mayoritariamente se imparte en horario laboral (41%).
Finalmente, los TIC muestran una visión cada vez más madura y optimista sobre el impacto de la IA en la fuerza laboral. Crece la percepción de control y disminuye el miedo a la sustitución: solo un 6% expresa una preocupación alta (frente al 14% de hace un año) y un 57% cree que la IA tendrá un impacto bajo en su puesto (53% en 2024). El principal beneficio señalado es la mejora de la productividad, destacada por el 29% del colectivo.