De acuerdo a Twitter.com, cuatro de los 10 temas más populares del sitio están relacionados con Haití, donde la cifra de muertos del terremoto de magnitud 7,0, podría elevarse a decenas de miles muertos.
Entre ellos se ubicaban los términos "Puerto Príncipe", "ayuden a Haití" y "Yele", una organización benéfica creada por el músico y productor discográfico haitiano Wyclef Jean.
Desde su creación en el 2006, el sitio de capitales privados Twitter, con sede en San Francisco, se ha popularizado como una red social y como un medio de comunicación con textos de un máximo de 140 caracteres.
La búsqueda del término "Haití" en Twitter está inundado con otras formas de ayuda, en varios idiomas, incluidos vínculos para sitios de internet tales como agencias como la Cruz Roja o Unicef. Los usuarios de Twitter también compartieron noticias desde la región, tales como las réplicas que sacudían capital haitiana, Puerto Príncipe, o nuevos reportes de heridos y muertos.
Grupos de apoyo en Facebook
Otra de las redes más populares de Internet, Facebook, tampoco ha tardado en responder con muestras de solidaridad, con la creación de numerosos grupos solidarios y de apoyo con los que intentar ayudar al país en estos momentos tan difíciles.
Uno de esos grupos es 'Mezclando por Haití', una iniciativa del músico, autor y productor español Carlos Jean para organizar un evento musical benéfico cuyo objetivo es recaudar fondos para los damnificados en la catástrofe.
El terremoto como gancho para ciberdelincuentes
Sin embargo, no todo son buenas intenciones y solidaridad: la compañía de seguridad ESET ha advertido sobre el peligro de realizar donaciones de ayuda a los damnificados a través de enlaces que nos lleguen por correo electrónico o por grupos creados en redes sociales.
Según estimaciones de la empresa, basadas en el estudio de comportamientos anteriores similares ante este tipo de situaciones, los creadores de malware podrían haber comenzado a distribuir ya amenazas dirigidas a los usuarios de redes sociales utilizando como gancho la solidaridad con los afectados por el suceso.
Sucesos como los ocurridos en Haití sirven de gancho para la distribución de mensajes en los que se solicita dinero para ayudar a las víctimas. Hasta el momento se hacía sólo por correo electrónico, pero ahora también empiezan a distribuirse a través de redes sociales. Muchas de esas solicitudes de ayuda no serán ciertas, sino simples engaños para robar los datos de la tarjeta de crédito o estafar una cantidad de dinero a los usuarios. Este mismo problema se vio con el huracán Katrina en 2005, o con el tsunami del Índico en 2004.
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